La Conselleria de Salud ha dado una cifra definitiva de heridos el 1-O cercana a las 900 personas. Una cifra que no distingue entre heridos y atendidos. Por ejemplo, las imágenes de una ciudadana que afirmaba que le habían roto cuatro dedos de una mano de forma premeditada por parte de la Guardia Civil. La ciudadana en cuestión también afirmaba que había sido agredida sexualmente.
Horas más tarde, ella misma dijo que no tenía dedos rotos sino simplemente una capsulitis en un dedo; que había dicho que tenía los dedos rotos por la tensión del momento. Eso es difícil de entender pero se puede comprender porque es humano.
Sin embargo, Toni Comín no ha dicho una palabra del tema. Esta mujer fue atendida por el Servicio de Emergencias. Comín, cuyo departamento se ha desvivido por informar sobre el número de heridos/atendidos de forma periódica, sabia cuál era el diagnóstico de la joven, pero mantuvo silencio. Dejó conscientemente que corriera el bulo. Pudo poner luz y prefirió callarse.