La maquinaria independentista trabaja a máxima potencia. Ni siquiera la posibilidad de que los responsables primeros del 9N devuelvan el dinero público utilizado en la consulta ilegal amedrenta a los cada vez menos convencidos.
Los independentistas de corazón se han tomado al pie de la letra las palabras de su líder, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, sobre la colecta ciudadana para cubrir los costes de las posibles sanciones por la consulta del 9N: tocan a 2,1 euros por votante.
Así de rápida funciona la propaganda independentista. Circula ya por whatsapp un mensaje que dice así: “Me declaro voluntario/a de pagar mi parte del referéndum, para eximir a los políticos y porque el Gobierno español no tenga ninguna fuerza para llevar a cabo sus amenazas (¡Pásalo a todos los contactos si estás de acuerdo!)”.
De este modo, plantan cara ante las eventuales sanciones que podrían derivarse tanto de la consulta de 2014 como la anunciada para el 1 de octubre de 2017.