Iberia ha anunciado que elimina el test de embarazo de sus pruebas de selección de personal tras ser condenada por la denuncia de una aspirante. Bärbel Espín optó en 2016 a un puesto de azafata de tierra y se negó a hacerse la prueba. La respuesta fue rápida. De hecho, ya el médico le dijo que “si me negaba se me iba a eliminar del proceso de selección”.
Espín optó por denunciar a Iberia, y acudió a la UGT. “Se me quitaron de encima en unos segundos”, ha manifestado hoy en el programa Espejo Público de Antena 3TV. Según Iberia, el test de embarazo se solicitaba para evitar “riesgos laborales”, algo como mínimo sorprendente para una azafata de tierra.
Tras el portazo de UGT, la aspirante acudió al Instituto de la Mujer de Baleares y allí recibió el asesoramiento que le ha llevado a ganar la demanda y, sobre todo, a que las mujeres no tengan que pasar por el test de embarazo para conseguir un empleo. El sindicato insular estaba a por uvas, ciertamente, y tendría que entonar un mea culpa. Si no es capaz de dar cobertura a un trabajador, aunque no esté afiliado, pocas afiliaciones nuevas lograrán.