Jordi Ballart, alcalde socialista de Terrassa, ha dicho que "no es nadie para impedir que la gente vote" en relación a la futura convocatoria de un referéndum unilateral el 1-O y a la participación activa de los ayuntamientos en su organización. Un verso suelto en el PSC, que está por que se cumpla la ley.
Ahora, sin embargo, Ballart, siempre dispuesto a hablar, ha enmudecido. La mañana de este lunes huérfano de noticias ha sido requerido por televisiones y radios para explicar de nuevo su postura. La respuesta ha sido el silencio y en un escueto mensaje ha dicho: "No podré hacer declaraciones". ¿Habrá cambiado de opinión o solo es prudencia?