El mal rollo en los trabajadores y los cuadros de CDC sube enteros como el calor de estos días. CDC intenta cobrar las cuotas de los afiliados que no han sido abonadas al PDeCAT. Las encuestas ponen al nuevo partido en situación de caos por unos resultados electorales que no auguran nada bueno.
En la plantilla, ajustes de personal que se han llevado por delante a trabajadores “de toda la vida”. Las pagas dobles han desaparecido. Las nóminas llegan casi siempre con retraso. Las especulaciones se disparan por la actitud de imputados de los diferentes casos. Algunos alcaldes exigen garantías de no quedar inhabilitados si facilitan apoyo al referéndum porque las municipales están a la vuelta de la esquina. Linkedin sigue siendo una de las páginas más visitadas por los empleados y algunos cuadros del partido no descartan, tras las vacaciones, recalar en otras ocupaciones más tranquilas, al menos sin querellas o sanciones pendientes sobre su cabeza.
El caso Palau está visto para sentencia. El caso Pujol y el caso 3% son vistos como una pesadilla. Y, para colmo, el procés amenaza las vacaciones de los “currantes” de la calle Provença, lo que ha soliviantado los ánimos. Algunos no dudan en calificarlo de motín.