El último artículo publicado por el exsecretario de Comunicación de la Generalitat Josep Maria Martí en El Periódico de Catalunya ha provocado un cabreo considerable en PDeCAT. Pero quien realmente se ha mostrado indignado es David Madí, el hombre de confianza del expresidente Artur Mas y todavía muy influyente en las cocinas convergentes.
Martí relata la supuesta toma del Parlament por parte de los independentistas como estrategia de agitación ante el previsible veto de las instituciones del Estado al referéndum sobre la independencia de Cataluña. “Pone más imaginación que hechos”, señalan fuentes convergentes, que de forma más o menos elegante, aseguran que Martí “no tiene ni idea” de lo que se cuece en esa “sala de máquinas del soberanismo institucional” --¿alusión a Madí?-- a la que hace referencia en esa columna.
“No escribo ni para gustar ni para enfadar”, puntualiza Martí a Crónica Global. Puede que haya dado en la diana. O puede que haya destapado la verdadera estrategia de las entidades independentistas como la ANC u Òmnium Cultural. Pero lo cierto es que las reflexiones de Martí, exdirector de comunicación en la subdelegación del Gobierno en Tarragona durante el mandato de José María Aznar, han levantado ampollas.