El PSOE parece una balsa de aceite tras las convulsas primarias. No es que las heridas hayan cicatrizado, ni mucho menos, pero la necesidad obliga y los diferentes líderes territoriales se han puesto al servicio del nuevo secretario general, Pedro Sánchez, porque el horizonte de las municipales y autonómicas está a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En las últimas horas, desde diferentes fuentes se informaba sobre un encontronazo entre Sánchez y el PSC a propósito del apoyo del líder socialista a Mariano Rajoy en el conflicto del referéndum catalán. Miquel Iceta ha calificado esos rumores de intoxicación. Es más, ha explicado que Sánchez habló con Rajoy tras una conversación de una hora con él mismo. O sea, de lío nada de nada. Los lideres socialistas van a piñón fijo.