La enésima hoja de ruta del secesionismo se ha puesto en marcha tras constatar el fiasco de la reunión de ayer en el Palau de la Generalitat. La ausencia de los Comunes y de Avançem ha sido el reconocimiento de la debilidad de los partidarios ante la convocatoria de un referéndum unilateral. A propuesta de ERC, Carles Puigdemont convocará en los próximos días el Pacto Nacional por el Referéndum tratando de convencer a Xavier Domènech y a Joan Ignasi Elena, los principales damnificados.
También en estos días, el presidente catalán tratará de cerrar la pregunta solventando las diferencias existentes sobre si se debe aludir a la República catalana o simplemente a Cataluña, y fijará la fecha del referéndum --que no será convocado legalmente-- eligiendo entre el 1 y el 8 de octubre. En las previsiones del Govern, figura una fecha clave. Se convocará un consell de Govern extraordinario para el miércoles 7 de junio en el que se aprobará la pregunta y la fecha.
La elección de la fecha no es baladí. Un 7 de junio de 1640 se inició en Barcelona, con el asesinato del conde de Santa Coloma, la Guerra dels Segadors. Un año más tarde, Cataluña declaró la independencia de España y se acogió a la protección de Francia. En 1659, tras España y Francia firmaron el Tratado de los Pirineos quedando la llamada Cataluña Norte, Rosellón y parte de la Cerdanya, en manos francesas.