El fin de semana pasado, Susana Díaz dijo que se dejaría la piel en Cataluña. Lo dijo después de un día de agenda apretada que empezó en Sant Boi de Llobregat y acabó en la Feria de Abril. Allí el equipo de Díaz llegó a la conclusión que había que volver a Cataluña porque Pedro Sánchez arrasó en avales: 6.058 para el exsecretario general del PSOE y sólo 974 para la líder andaluza.
El equipo de Díaz es consciente y pisa el acelerador. El jueves se presentará la plataforma de apoyo en el Baix Llobregat y el viernes, la candidata volverá a tierras catalanas. Lo hará en Mataró, una localidad que se le ha mostrado proclive junto con la comarca del Maresme, el Baix Llobregat y L’Hospitalet. Susana Díaz sabe que en Cataluña hay casi 7.000 militantes con derecho a voto que no han avalado a ninguno de los candidatos y que en esta reñida pugna, todo voto cuenta.