Artur Mas se está quedando solo. La portavoz del PDECat, Marta Pascal, no acudió el jueves a El debat de La 1 de TVE a la entrevista que tenía concertada, después de decir que los casos de corrupción le "daban asco". Su soledad es evidente y en las huestes convergentes, otrora arrogantes, cunde la sensación de derrota y de "devastación". Por eso, altos cargos del Govern y, sobre todo, los cargos eventuales --de confianza-- en las consejerías convergentes y en las empresas públicas han empezado a buscarse la vida preparando su plan de huida.
Desde el mes de enero se han multiplicado por dos los cargos de confianza ligados a Convergència que se han apuntado a las clases de inglés que ofrece la Generalitat a sus trabajadores. "Estamos ante una avalancha de solicitudes", apunta una fuente del Gobierno catalán bien informada, que añade otro dato nada baladí: "En diversas direcciones de servicios de las consejerías de CDC han recibido avisos de los administradores informáticos de los departamentos" explicando que "numerosos cargos se pasan horas de la jornada laboral navegando por Linkedin", la red social más importante para encontrar trabajos cualificados. En algunos departamentos incluso se están planteando poner "algún filtro para impedir la entrada en esta red de referencia mundial de las relaciones laborales".
Este "sálvese quien pueda" ya se registró tras las últimas elecciones en las que Artur Mas tuvo que abandonar la presidencia por la presión de la CUP. Sin embargo, hay una diferencia: en ese momento los movimientos se ceñían a los altos cargos del Govern.