Pepe Álvarez, el secretario general de UGT, tiene previsto abandonar la sede de la madrileña calle Hortaleza después del verano para instalarse junto con las federaciones industriales que están alojadas en la avenida de América. De esta forma, el líder ugetista quiere ahorrar costes, apretándose en primera persona el cinturón y a la vez obtener rendimientos del inmueble que hasta ahora alberga la sede de la dirección confederal del sindicato.
Hace unos meses nos hacíamos eco de las ofertas de compra que había recibido UGT por su sede central. Pero el secretario general del sindicato parece inclinarse por las propuestas de alquiler, dado que una renta anual por el convento, como se conoce el edificio de Fortaleza entre la militancia, permitiría obtener más ingresos para la organización sin desprenderse de patrimonio.