El congreso del PP se presenta plácido y sin aspavientos. La única gran incógnita del cónclave popular es si María Dolores de Cospedal continuará en su puesto. La todavía secretaria general no las debe tener todas consigo sabiendo cómo las gasta Mariano Rajoy, que nunca anuncia los cambios hasta última hora. Si Cospedal sigue, todo apunta que Rajoy nombrará un coordinador general. Sin embargo, todavía hoy nadie sabe cuál es la decisión del líder y algunos, como la afectada, tienen la mosca detrás de la oreja.

Ante la incógnita, Cospedal se prodigó el miércoles en corrillos con periodistas en el Senado para decir que estaba tranquila, dando a entender que su continuidad al frente del partido está clara, aunque se nombre un coordinador general. Poco más, porque Cospedal no puede garantizar su puesto: Rajoy no le ha dicho nada. Para agitar más las aguas, desde el PP no se dan entrevistas a los medios de comunicación con Fernando Martínez Maillo, el vicesecretario general que gana todas las apuestas para ser el coordinador general. Tampoco en los servicios de prensa tienen una idea clara de lo que puede pasar.