Ciudadanos no está en su mejor momento. Las encuestas le pintan un futuro negro --con la excepción de Cataluña-- y no encuentra su papel en el Congreso de los Diputados ante el constante ninguneo por parte del Gobierno y del PP, que prefieren pactar cualquier cosa con el PSOE antes que con el partido naranja. Su líder, Albert Rivera, lleva semanas desaparecido de los focos y las entrevistas, y los críticos liderados por Carolina Punset están aprovechando el eco mediático para hacer sonar los tambores de guerra en el seno del partido.
Además, Ciudadanos critica con dureza lo que “consideran guerra sucia” del PP. Hace unas semanas era Inés Arrimadas la que alzaba la voz contra las acusaciones lanzadas por Xavier García Albiol sobre un supuesto --e increíble-- acercamiento de Ciudadanos al independentismo. Ahora es Juan Carlos Girauta, su portavoz parlamentario, el que se ha visto de protagonista en algunas informaciones que le sitúan enfrentado a Rivera. Girauta está que trina y niega la mayor. “Son un puro invento”, afirma categórico, y asume que hasta el congreso de Ciudadanos será “un ruido de fondo”. Es la guerra sucia.