Jordi Gutiérrez, director de comunicación de la Casa Real trabaja en plena Navidad, como en verano, con vacaciones croatas incluidas. Todos le critican, hay quien se excede sobre sus supuestas lealtades y conspiraciones, pero la realidad de Nochebuena es suya, y es indiscutible: el mensaje navideño del rey Felipe VI ha sido el programa más visto de toda la televisión esa noche. La realidad: 5,82 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 57,6%, datos espectaculares que ni la televisiva princesa del pueblo, Belen Esteban, consigue.
Gutiérrez creía que todo había ido bien con las portadas de los medios, los titulares de los digitales, las portadas de papel del día de Navidad, sobre los mensajes diseñados hasta el infinito y hasta el razonable tratamiento en redes sociales. Fue su "éxito” de Navidad. No obstante, los ratings de televisión fueron duros con el Monarca y, por extensión, con su equipo de confianza. De inmediato, los titulares en prensa digital y las redes sociales reaccionaron: había sido el mensaje real navideño menos visto de la historia, incluso menos que su debut con un descenso de un millón de espectadores y siete puntos de cuota de pantalla. Ahí comenzó la frustración del periodista real.
Eso sucedió a pesar de que la retransmisión se hizo, además de por la cadena pública TVE, por 25 televisiones de toda España, incluyendo las de Atresmedia y Mediaset. De hecho sólo falló TV3, la pública de Puigdemont, Junqueras y la CUP. Cataluña quedó lejos de ser de las autonomías más interesadas por el mensaje real, a diferencia de Madrid y Valencia que lideraron el seguimiento. ETB, el canal público vasco, lo emitió con total normalidad.
"Sensibilidad real"
Barlovento Comunicación, expertos en la materia, emitieron un comunicado con datos de Kantar Media y análisis propio: “La audiencia acumulada ascendió a 6.950.000 espectadores, lo que significa que cerca del 16% de la población española vio al menos un minuto del mensaje de S. M. el Rey Felipe VI”. Lejos quedaron los récords del rey Emérito que en el 2000 alcanzó un récord de audiencia con 9,1 millones de espectadores y el 87,2% de cuota de pantalla logrado.
Gutiérrez argumenta ante su entorno que el mensaje de Nochebuena fue un éxito rotundo en pleno 2016 “con la que está cayendo”. Se refiere a superar los cinco millones de audiencia y el 50% de cuota de pantalla. Para justificarse recuerda que esas cifras se producen contando con los medios de internet, el cambio de costumbres, el adelanto de las misas del Gallo y la actual estabilidad política en España.
En el entorno de la Casa Real se da por hecho que su principal trabajo a partir de ahora es que la prensa del país recupere la “sensibilidad real” que tuvo en otros tiempos y que podría haberse perdido.