Hace un par de meses, los eurodiputados Josep Maria Terricabras (ERC) y Ramon Tremosa (CDC) protagonizaron una mesa redonda organizada por la muy independentista Òmnium Cultural con el título que suena a oxímoron: “El proceso catalán visto desde Europa”. A juzgar por las declaraciones efectuadas por los mandatarios de la UE, la causa independentista no forma parte de la agenda europea, pero Terricabras y Tremosa se las ingenian para distorsionar esa realidad y alardear de un protagonismo que no tienen, aunque sus medios de comunicación de referencia así lo difundan.
“Terricabras negociará el Brexit”, titulaban algunas publicaciones, en alusión a una reunión de los representantes de los grupos parlamentarios para abordar la salida de Gran Bretaña de la UE. Ese encuentro, liderado por el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, es una especie de junta de portavoces parlamentarios a la que, en efecto, asiste Terricabras y la eurodiputada del Sinn Fein, Martina Anderson, pero en calidad de miembros de subgrupos. “Terricabras va, mira y escucha, pero no puede hablar. Solo está para observar”, afirman a Crónica Global fuentes de la eurocámara. O sea que, de negociar, nada.
Por su parte, la obsesión del siempre polémico Ramon Tremosa por destacar la maldades de un “Estado español opresor” le ha llevado hoy a asegurar vía Twitter que el Parlamento europeo ha vuelto a condenar al Gobierno del PP por el “caso Castor” por 506 votos favorables y 106 contrarios. Pero lo cierto es que la votación se refiere a una propuesta de resolución que contempla indemnizaciones para las personas que resulten perjudicadas por los trabajos de plataformas petrolíferas y almacenamientos de gas, pero con perspectivas de futuro, no con carácter reotractivo. Lo que no dice Tremosa es que incluso el PP ha votado a favor de esa resolución.