Y en estas que la vicepresidenta cruzó la sala donde estaban los periodistas y exclamó: “Voy a tener un despacho aquí”. Costó averiguar si Soraya Saénz de Santamaría expresaba mediante una metáfora su voluntad de estar muy presente en Cataluña o si realmente había intención de habilitarle unas dependencias en la sede de la Delegación del Gobierno, situada en la calle Mallorca de Barcelona. Finalmente, se despejó la incógnita: la dirigente popular ha pedido un despacho junto a Enric Millo, que tras tomar posesión como nuevo delegado del Gobierno, se ha convertido en los ojos y los oídos de Santamaría en una comunidad, la catalana, en plena convulsión secesionista.
La máxima responsable de asuntos territoriales del Estado se ha propuesto viajar mucho a Cataluña. Ha expresado su voluntad de diálogo con la Generalitat, pero exige lealtad institucional. Su interlocutor será el vicepresidente Oriol Junqueras. Y no es descabellado augurar que ese despacho de la calle Mallorca será el escenario de varios encuentros entre ambos dirigentes.