El Gremio de Hoteles de Barcelona no quiere sorpresas. La institución gremial, que dirige el hotelero Jordi Clos, teme, y mucho, el menoscabo de reputación que ha sufrido tras la aprobación el año pasado de la moratoria de licencias de alojamientos turísticos en la Ciudad Condal. La entidad empresarial rechaza las sorpresas y es muy "sensible" a lo que se publica sobre el sector, en general, y el Gremio, en particular.
Tanto es así que en ocasiones el ente exige revisar notas de prensa de terceras instituciones antes de que se publiquen. Ocurrió el lunes en Barcelona en un acto al que el Gremio no estaba invitado, aunque sí un hotelero, que acudía como miembro pero que al final se ausentó por accidente menor.
Asistentes al acto cuentan que pese a que no hubo representación hotelera ni oficial, el Gremio exigió ver lo que publicaba el organizador antes de enviarlo a la prensa.