Tras conocerse las propiedades declaradas de los diputados de la CUP, después de que la diputada Eulalia Reguant abriera la puerta a las ocupaciones de segundas residencias, siguen apareciendo datos curiosos. Y no siempre casan con lo que el común de los mortales puede entender como la economía doméstica de los representantes de movimientos antisistema.
Dos diputados independentistas tienen hipotecas por importes superiores a los 200.000 euros --el hereu Salellas y la concejal de Ripollet del Colectivo Obrero y Popular integrado en la CUP, Pilar Castillejo--, mientras que la diputada Gabriela Serra compró un piso por 140.000 en 2014 sin que conste sobre él ninguna hipoteca. Serra es una veterana activista que ya en 1979 se presentó a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet bajo las siglas del Moviment Comunista de Catalunya (MCC).
Lo más curioso es que la señora Serra, según la declaración de bienes que entregó en el Parlament, ha comprado bonos del Estado, español off course, por casi 5.000 euros. No es una gran cantidad desde luego, pero tiene guasa que una diputada independentista, de izquierda radical, que quiere romper con España compre bonos del Tesoro español sin que la elevada prima de riesgo que durante años ha castigado la deuda pública española le disuadiera.