Pablo Iglesias se ha convertido en el invitado más polémico de la XXXII Reunión del Círculo de Economía que empieza este jueves antes de que ponga un pie en Sitges (Barcelona). El líder de Podemos fue el gran ausente en el encuentro del lobby empresarial del año pasado y provocó la ira de sus miembros por la forma con la que restó importancia al desplante. Aseguró que "a nosotros no nos van a llevar a la reunión esta de Sitges a darnos caviar y vinos muy caros para hablar con nosotros".
"Nos reunimos en una mesita con una botellita de agua, que puede ser del grifo, y hablamos de política. A nosotros no se nos compra, no se nos amenaza ni se nos dan instrucciones", afirmó la primavera pasada.
Este año, con la formación morada en el Congreso, era impensable que el lobby no le incluyera en el programa. "Lo hacemos por coherencia", aseguró el presidente del Círculo, Antón Costas, ante la prensa, sobre la incorporación del líder de Podemos en el programa, aunque la decisión no ha gustado a todos los miembros.
Aunque, si Iglesias espera caviar y vinos buenos en la reunión de Sitges, a lo mejor se llevará un chasco. A los conferenciantes se les sirve agua (embotellada, eso sí), excepto a Costas, gran fan de la Fanta de limón.