El consejero de Salud, Toni Comín, ha conseguido que los comités de empresa de los hospitales Taulí de Sabadell y de Terrassa acepten su propuesta de incorporar a los 65 trabajadores que deberán dejar de prestar sus servicios en la Clínica del Vallés. Para conseguirlo, la consejería pagará 3,5 millones a los trabajadores del Taulí en concepto de atrasos. Cifras similares se manejan en el Consorci de Terrassa.
La dirección de Quirón Salud propició el acuerdo forzando que Comín asumiera los trabajadores sobrantes de la Clínica del Vallés y pidió calma ante un descontento que los iba a llevar a cortar la autopista. Al final, ninguno será despedido, por la posición de la empresa que no cedió a las presiones, y a partir de agosto 65 de ellos cobrarán de los hospitales públicos, que siguen colapsados.
A pesar de este inconveniente asumirán el trabajo de la clínica por el que percibía cinco millones de euros. Para hacerlo, Comín ha pedido cuatro millones al Ayuntamiento de Sabadell para costear las obras necesarias. El ayuntamiento ha dado el sí a adelantar el dinero que el departamento tendrá que devolver. Total, el coste actual es de cinco millones. A partir de agosto el coste se acercará a los 15 millones. Brillante, brillante. Y lo peor es que no se garantiza la eficiencia del servicio y el déficit sanitario se acentúa.