El consistorio, la casa común... de la CUP
¿Libertad de expresión o vandalismo municipal? Los ascensores del Ayuntamiento de Barcelona lucían esta mañana pegatinas de la CUP con el lema “Fuera legionarios de Sant Andreu y de los Países Catalanes”. Según el dicho popular, la cabra (no la de la Legión) tira al monte y ser antisistema implica un cierto gamberrismo. Es decir, que llevados por el convencimiento de que el consistorio es la casa del pueblo, literalmente hablando, los cupaires se arrogan el derecho de colgar carteles donde está prohibido, y recibir al visitante con sus soflamas partidistas.
Con este material anticastrense, la CUP se suma a la batalla que la alcaldesa, Ada Colau, mantiene con la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona, a los que quiere expulsar de las dependencias que ahora tienen cedidas en los antiguos cuarteles de Sant Andreu.