La precampaña se ha centrado en el debate sobre los debates. Los partidos ponen sus condiciones. Unos con ganas de participar y otros con ganas de no hacerlo. Las televisiones afilan sus hachas y utilizan todos sus encantos --audiencias-- para llevarse el gato al agua. Todo, de momento, está en el alero porque estamos inmersos en el gran debate sobre el debate.
Sin embargo, una asociación de estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid se ha puesto en la pole position. En las autonómicas madrileñas organizaron un debate con todos los candidatos. Todos menos Cifuentes, que ni siquiera les contestó. El resto sí que lo hicieron sometiéndose a las preguntas de los estudiantes. Conocían los temas, pero no las preguntas.
El éxito de la fórmula se repitió en las generales del 20D. De moderador, Carlos Alsina, de Onda Cero, y un cara a cara entre Albert Rivera y Pablo Iglesias. Ahora los chicos de DEMOS vuelven a la carga y ya tienen confirmados a tres de los candidatos: Rivera, Iglesias y Sánchez. Y un tema: España a debate. Rajoy, de momento, hace mutis por el foro. Si le cuesta ir a un debate en una televisión no cabe ninguna duda que no irá a un debate con preguntas de los estudiantes. ¡Sólo faltaría!
Al margen del resultado hay que quitarse el sombrero ante los estudiantes de DEMOS que desde su fundación en 2012 promueven este tipo de actos para fomentar el debate. Una iniciativa que merece el aplauso y respeto de todos. También el de los políticos. Rajoy debería aplicarse el cuento.