No se puede decir que el Govern de Carles Puigdemont haya hecho muchas cosas en estos 100 días largos desde su estreno, más allá de anunciar planes y proyectos. Probablemente, en ese campo el departamento que más ha destacado es el de Salud.

Al menos ha ocupado muchas cabeceras y titulares gracias la idea de su máximo responsable, Toni Comín, de retirar a algunos centros hospitalarios de la relación de establecimientos a los que el sistema público SISCAT envía pacientes y, en consecuencia, carga de trabajo.

También va a ser el primer consejero en concontrarse con movilizaciones callejeras. El comité de empresa de la Clínica del Vallés, uno de los dos centros de la comarca excluidos, prepara manifestaciones a las que acudirán también sus familiares para defender unos puestos de trabajo por los que el consistorio de Sabadell tampoco ha movido un dedo.