Las empresas eléctricas españolas brindaron con champán ante los problemas del ministro de Industria, José Manuel Soria, que le llevaron a presentar su renuncia como diputado y como titular del departamento el viernes. Su salida ha sido recibida con alivio en las plantas nobles de las compañías energéticas.
No es el único sitio en el que se celebró la retirada del político canario. Soria tampoco estaba bien visto en el seno de la patronal Unesa, que preside Eduardo Montes. Durante su estancia al frente de Industria, Soria ha sido el auténtico azote del sector. Jamás hasta la fecha un responsable de departamento había concitado tal malestar entre los principales responsables de las compañías, que le veían como una amenaza para sus intereses.
Desde las cuestiones regulatorias, pasando por las energías alternativas, Soria se mantuvo distante de la empresas. De ahí que sus problemas relacionados con los intereses en paraísos fiscales despertaran más de una sonrisa y llevaran a descorchar en las últimas horas, según ha podido saber este medio, alguna que otra botella de espumoso para celebrar su marcha.