Raül Romeva ha arrastrado la etiqueta de político personalista desde su etapa como eurodiputado con ICV. Una de las primeras críticas que recibió al regresar a la primera línea política como cabeza de lista de Junts pel Sí fue por dejes que se catalogaron de “ególatras”, a los que siempre intentó hacer frente con su mejor sonrisa. Ahora tiene un problema, y no es con los adversarios políticos. El estilo del consejero de Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència ha mosqueado a los funcionarios de su departamento… por el cambio de estilo del dosier de prensa.
La consejería difunde cada mañana entre sus cargos medios y altos un resumen de los titulares de los medios de comunicación, como hacen todos los departamentos del Govern. El problema es que desde que aterrizó Romeva, el dosier cambió hasta convertirse en lo que internamente se conoce cómo El diari del conseller (el diario del consejero). Es especialmente comentado el número de fotografías que incluye del propio Romeva, al más viejo estilo de los boletines pesebreros de los colegios profesionales, donde se idolatraba al decano de turno.