El restaurante de los cocineros
Siempre se ha dicho, y con razón, que los restaurantes donde comen los cocineros son los mejores de cada lugar. Si eso aún es así, habrá que pensar que Botafumeiro --Bota para los habituales-- sigue en esa categoría, al margen de estrellas y clasificaciones más o menos objetivas.
¿Cómo debe interpretarse si no la presencia de los hermanos Torres, los cocineros del acreditado Dos Cielos, del Hotel Me de Barcelona, en el Bota, nada menos que un sábado, el día de más trabajo de un restaurante?
Camarones de buen tamaño
Sergio y Javier se tomaron un respiro el sábado pasado al mediodía en la famosa barra del Bota. Iban en plan tranqui, dando cuenta de una botella de Gran Juvé Camps y de algunas especialidades de la casa, como los camarones hervidos, de un tamaño poco común.
Los cocineros, popularizados ahora por TVE, estaban solos, compenetrados como siempre, compartiendo sus cuitas --atentos siempre al móvil--, sin llamar la atención y sin que nadie les molestara.
Junto a la barra, en una mesa individual, Joan Múrria disfrutaba de las elaboraciones típicas de la carta, que se distingue mucho más por su materia prima que por las sofisticaciones. El propietario del famoso colmado modernista barcelonés había optado como plato principal por un tronco de merluza a la gallega.
Parece que pese a sus serios problemas corporativos, Botafumeiro sabe mantener el interés de los que entienden.