El ex socialista más mimetizado con el independentismo convergente, Ferran Mascarell, es el nuevo delegado de la Generalitat en Madrid. Pero el ex consejero de Cultura apuntaba más alto. Al parecer, Mascarell aspiraba a ser nombrado 'embajador' en Nueva York.
Desde 2008 esa plaza está ocupada por Andrew Davis, ex becario del Institut Ramon Llull apadrinado por el republicano Josep-Lluís Carod-Rovira, que entonces era vicepresidente del Gobierno tripartito.
Mascarell confiaba en que, con el nuevo Gobierno de Carles Puigdemont, habría movimiento en las delegaciones en el exterior. Pero la diplomacia catalana ha vuelto a caer en manos de ERC, mientras que la oficina de Madrid había quedado vacante en julio tras la renuncia de Josep Maria Bosch, militante de UDC.
Mascarell tendrá que conformarse con este cargo. Cobrará unos 80.000 euros al año, un sueldo inferior al de consejero, pero nada desdeñable, dado que la agenda madrileña no va más allá de organizar actos culturales.