Cristina Cifuentes se ha alzado como una dirigente reformista. Limitación de mandatos, cambios legislativos, eliminación de aforamientos forman parte de su programa de reformas pactadas con Ciudadanos. Las propuestas de la presidente madrileña son toda una enmienda a la totalidad de la política de Esperanza Aguirre, lo que obliga a mirar este paso de Cifuentes en clave interna.
El PP madrileño celebrará en breve su congreso, en el que se da por amortizada a Esperanza Aguirre, pero sus partidarios no tiran la toalla. El elegido por este grupo frente a Cifuentes es el vicesecretario del partido, Pablo Casado. En el PP madrileño se da por hecho que Aznar lo está apadrinando.
La guerra civil esta servida y algunas malas lenguas afirman que la propuesta de Cifuentes de un nuevo PP renovado, más plural y más abierto coincide con el juicio del Madrid Arena en el que murieron 5 chicas bajo el mandato de Ana Botella, la señora Aznar.