Josep María Violant, un caso de agente doble en CDC y UGT
Desde el año 2002, Josep Maria Violant es el hombre de Convergencia en la UGT de Cataluña. Empezó de gerente de la organización socialista dirigida desde tiempos inmemoriales –1989– por Josep María Álvarez, hasta la fecha militante del PSC, y desde 2009 es el secretario de Administración.
Violant compatibiliza su cargo en el sindicato con la Secretaria de Movimientos Sociales de CDC. Llegó al cargo de la mano de Oriol Pujol en el congreso de 2012, obteniendo el respaldo del 90,11% de la militancia nacionalista. Por si fuera poco, es miembro del Consell Permanent de la Conferència Nacional per l’Estat Propi. No está claro si su papel es servir a CDC desde la UGT o a la UGT desde CDC. Es un hombre gris que tiene ese curioso papel de agente doble. Ningún otro dirigente del sindicato forma parte de la ejecutiva de ningún partido. Sólo Violant.
"A ese ni me lo toques"
Violant empezó su carrera política como jefe de gabinete del entonces todopoderoso consejero de Bienestar Social, Antoni Comas. En 2002 aterrizó en UGT, y desde entonces lleva las cuentas del sindicato. "A ese ni me lo toques, es el que consigue el dinero para las nóminas", comenta un trabajador del sindicato al ser preguntado por Violant.
En 2011 aplicó la mano dura a los trabajadores del sindicato aplicando un expediente de regulación temporal de empleo que dura hasta hoy. En cuatro años, los trabajadores de la UGT de Cataluña han dejado de trabajar 90 días por año, en total 360 días en los cuatro años que dura el ERTE. O lo que es lo mismo, han consumido un año de sus prestaciones por desempleo. Sin embargo, el sindicato sigue funcionando gracias a las relaciones de Violant con sus compañeros de partido instalados en la Generalitat desde el 2010.