Esta campaña electoral ha permitido visualizar el enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre Artur Mas y Josep Duran Lleida. Incluso cuando eran socios en la federación de CiU existía rivalidad entre ambos políticos, pues el líder de CDC arrebató al democristiano el papel de sucesor de Jordi Pujol. Sin embargo, parece que Mas se siente aún amenazado por Duran y celoso del apoyo manifestado por Miquel Roca, ex dirigente convergente y defensor del diálogo, a los postulados de UDC. Al parecer, el abogado de la Infanta Cristina recibió una llamada de Presidencia en la que se le advirtió del malestar que había generado su explícito apoyo a Unió durante las elecciones autonómicas.
Roca, habilidoso en el arte de quedar bien con todo el mundo, sigue acudiendo a los actos de Duran, aunque de forma discreta, sin adquirir demasiado protagonismo. Pero se reserva sus artículos periodísticos para lanzar dardos contra la deriva independentista de Mas.