La CUP está preparando otra asamblea para el día 27 de diciembre. Esta vez tendrá carácter decisorio y solo podrán asistir los 1.320 militantes del partido. No podrán hacerlo las asambleas locales ni los independientes que están bajo su paraguas.
En Manresa, la asamblea consultiva dio un nuevo portazo a Mas pero dejó la puerta abierta a seguir negociando. Poco más puede ofrecer Junts pel Sí pero la dirección de la CUP quiere esperar a que pasen las elecciones generales. Se sabrá quién gana en España, quién en Cataluña y, sobre todo, se sacará de la agenda electoral --en la medida de lo posible-- el tema de Cataluña, que estaría en primera línea en caso de dar el visto bueno a Mas o a otro antes del 20D.
En este escenario, la CUP decidirá. Hasta entonces, Mas tendrá que esperar y comerse los turrones como presidente en funciones. El 27 es la nueva fecha que se llevará todas las miradas.