Miguel Ángel Escobar, secretario de Comunicación de UGT y ex militante socialista, será candidato al Senado por CDC. El sábado será ratificado por el Consell Nacional convergente y, seguramente, será la muleta que justificará que Democràcia i Llibertat es una candidatura de amplio espectro. No ha sido el único dirigente de UGT que ha sido tocado por la cúpula del partido de Mas o de Junqueras. Dolors Bassas, secretaria de Girona, es ahora diputada por Junts pel Sí, y Jordi Salvador, secretario de Tarragona, es cabeza de lista de ERC por esta circunscripción, sin olvidar que Neus Munté es la actual vicepresidenta de Mas.
Todos ellos son miembros del círculo más íntimo del secretario de la UGT y aspirante a ocupar el trono de Cándido Méndez, Josep María Àlvarez, que también ha sido tocado. Àlvarez rechazó la oferta del presidente Mas para presentarse en las elecciones con las siglas de Junts pel Sí. De hecho, Àlvarez ha apoyado el derecho a decidir y a nadie se le escapa su buena relación con el gobierno nacionalista. Sin embargo, dio la negativa por respuesta porque quizás tiene otros planes. O la secretaría general de la UGT Confederal o algunas ofertas que le han insinuado, como presidente del Consell de Treball o la Sindicatura de Greuges. Lo sabremos en los próximos meses porque en marzo se celebrará el congreso de la UGT y un poco más tarde el congreso de la central catalana que dirige desde hace más de 25 años.
También Matías Carnero, presidente del Comité de Empresa de SEAT, secretario de la UGT en la empresa automovilística y número dos de la UGT de Cataluña, fue tentado para ir en las listas de Junts pel Sí. La propuesta se la hizo Oriol Junqueras. Carnero rechazó la propuesta y le dejó muy claro al presidente de ERC que su opción personal era el PSC.