José Luis Rodríguez Zapatero tiene uno de los cachés de conferenciante más altos de España: 30.000 euros por charla.
Desde que dejó la presidencia del Gobierno pertenece como miembro nato al Consejo de Estado, que le proporciona unos ingresos de casi 100.000 euros anuales. Renunció a la pensión vitalicia de ex presidente del Gobierno, que era menor.
A diferencia de algunos compañeros de Gobierno y de partido –Pedro Solbes, en la italiana Enel; Elena Salgado, en la chilena Chilectra; Felipe González, en Gas Natural–, no ha querido incorporarse como consejero ni asesor a ninguna empresa.
Y tampoco a ningún lobby, pese a que ha acompañado a Miguel Ángel Moratinos, su ex ministro de Exteriores, en arriesgadas misiones a Cuba y a Guinea Ecuatorial relacionadas con el mundo de los negocios.
Complementa el sueldo del Consejo de Estado, por el que José María Aznar pasó brevemente y donde nunca estuvo González, con sus conferencias sobre cuestiones relacionadas con lo que fueron hitos de su gestión en la Moncloa: cuestiones de género, políticas sociales e interculturales.