Mònica Terribas, en su rol de propagandista mayor de la causa independentista y lejos de guiarse por el más mínimo código deontológico de la profesión periodística, está organizando personalmente el debate electoral en torno al 27S, y, como ella dice en petit comité, de las elecciones plebiscitarias de Cataluña.

La directora y presentadora de 'El matí de Catalunya Ràdio' está haciendo una ronda de llamadas a los directores de campaña de las distintas formaciones políticas para proponerles su idea, consistente en una serie de debates entre dos líderes de opinión y no en base a partidos o plataformas. En definitiva, que Junts pel Sí podría protagonizar entre 3 y 5 de los debates, de forma que Romeva, Mas y Junqueras se enfrentasen a PSC, PP, C's, Unió, la CUP o Catalunya Sí que es pot... e incluso podrían incorporarse representantes de Òmnium y la ANC.

La 'fórmula Terribas' aseguraría que siempre se debate sobre la independencia, y que se predefine el 'sí' en sentido amplio frente a la marginación de otras propuestas y sus diferentes enfoques y matices. Independientemente del ímpetu de Terribas para dar por hecho su modelo de debates en las conversaciones que ha mantenido por teléfono, algunos de los responsables de campaña de los partidos le han pedido que les concrete la propuesta por e-mail o por WhatsApp para poder compartirlo y valorarlo; otros simplemente le han avanzado que lo ven imposible.

Todo apunta a que el logo y el lema que anticipó la televisión y la radio de la Generalitat y que, posteriormente, copió la candidatura de Junts pel Sí no fue casualidad, y que el compromiso de TV3 y Catalunya Ràdio con la lista independentista de CDC y ERC es total.

Parece que los conceptos de televisión pública, pluralidad, imparcialidad o decencia profesional están más que olvidados en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). No hay duda de que TV3 nunca había estado tan en sintonía con el Govern, con el presidente de la Generalitat y con el supuesto 'jefe de la oposición' como ahora. Y Terribas es una de las piezas clave para asegurarse de que los medios públicos sirven debidamente a 'la causa'.