Los resultados obtenidos por la candidatura municipal que encabezó el ex alcalde Xavier Trias en Barcelona han sido la espita que incendió el entorno de Convergència Democràtica de Catalunya en la capital catalana.
Con el líder inmerso en una especie de depresión política, el melón sucesorio se ha abierto de inmediato. Dos son los personajes que aspiran a tomar el control del grupo municipal convergente si Trias, como señalan todos los análisis internos y apuestas, no llegará a 2016 como jefe de la oposición municipal. De acuerdo con esas reflexiones, el anterior alcalde barcelonés estaría sopesando una retirada de la política.
Para ocupar ese lugar, Antoni Vives y Joaquim Forn se disputan el espacio político. Vives sería el candidato del propio Trias. Durante su mandato le concedió enorme responsabilidad política. Forn, en cambio, sería la apuesta del propio partido.
Entre ambos las relaciones son educadas, pero beligerantes. Tanto Vives como Forn aspiran a ser los protagonistas de un relevo que les supondría encabezar el primer grupo de oposición en el consistorio de la Ciudad Condal y, si hubiera posibilidad en algún momento del mandato, ser los aspirantes a una hipotética moción de censura contra la actual alcaldesa Ada Colau.