Oriol Junqueras y Jordi Turull, en el palco del Parlament
Se vestían de corto y retaban al resto de reos a un futbito. Oriol Junqueras hacía muchas veces de portero. Jordi Turull organizaba el juego. Y otros como Raül Romeva, Quim Forn o el propio Josep Rull remataban la jugada de un equipo histórico, el de Junts pel sí, que sin duda tuvo más éxito en la liguilla de Lledoners que en la Generalitat, de la que fueron apartados tras el golpe de 2027.
En la cárcel tejieron complicidad. Normal. Horas y horas de reflexiones, charlas, confesiones y por supuesto también debates políticos de primer orden, pues seguían mandando tanto en ERC como en Junts, ya divorciados, desde sus respectivas celdas. Pero nada de eso trascendió a los indultos, con cada cual haciendo su camino, algunos lejos de la primera línea y otros precisamente liderándola.
El presidente de los republicanos y el secretario general posconvergente, ambos inhabilitados todavía, han coincidido en el palco del salón de plenos del Parlament en el Debate de Política General que se celebra esta semana. Frialdad y apatía. De saludar juntos a Joan Bonanit en las noches frías de invierno a evitar el más mínimo afecto, ni siquiera personal. El político ya hace tiempo que murió.