La obsesión de Messi con el gol olímpico
El argentino está buscando de forma constante su primer tanto desde el saque de esquina
5 octubre, 2020 18:02Leo Messi lleva más de 15 años demostrando un hambre de gol inconcebible. Pocos futbolistas en toda la historia han sido capaces de agujerear la red más veces que el argentino. En total, el 10 suma 705 goles en toda su carrera: 635 con el FC Barcelona y 70 con la selección argentina.
Son pocos los retos que le quedan todavía por completar, pero alguno hay. El más destacado es el de ganar un Mundial con Argentina, del cual posiblemente tenga su última oportunidad en el 2022 en Catar. No obstante, también hay otros que les falta por superar a nivel goleador.
Leo Messi celebrando su gol contra el Nápoles / FC Barcelona
Messi ha sido capaz de ver portería de la forma más inverosímil posible. Ha conseguido incluso anotar goles con la mano y con el pecho. Pero hay un par que todavía se le resisten: no ha sido capaz nunca de marcar directamente desde el córner o de chilena. Las dos serían unas dianas que quedarían seguramente enmarcadas para la historia del mejor jugador del mundo.
Obsesionado
En concreto, parece en estos momentos totalmente ofuscado en conseguir un gol olímpico. En los tres primeros choques de Liga ante el Villarreal, Celta y Sevilla lo ha intentado ya en diferentes ocasiones, sin éxito. Contra el submarino amarillo fue cuando más se acercó, pero Asenjo sacó bien su disparo.
Y en los otros dos choques, los guardametas rivales ya habían estudiado su forma de sacar los córners, y no creó prácticamente peligro. Se trata de una estrategia efectiva para sorprender a las defensas rivales, y no es fácil llevarla a cabo. Además de realizar un gran disparo, también se tienen que producir otras circunstancias como que el cancerbero esté despistado o que los jugadores del medio le tapen la visión o su rango de acción.
Messi a punto de sacar un córner en el Camp Nou | EFE
Por tanto, si no hay desconcierto en el equipo rival, es muy difícil que el argentino pueda llevarlo a cabo. No dejará de intentarlo, pero el obsesionarse puede ser contraproducente para el cuadro catalán, ya que podría comportar muchas acciones a balón parado desaprovechadas.