Dos amigos de Messi lideran la lista negra del Barça
El mal juego colectivo del equipo señala a las carencias de muchas personalidades, pero dos pesos pesados están en el punto de mira del barcelonismo
29 septiembre, 2018 21:31Otro tropiezo del Barça en la liga y ya van tres consecutivos. Primero el Girona, el Leganés para disparar las alarmas y el Athletic Club para confirmar las sospechas. El equipo hace aguas por todas partes y las rotaciones de Valverde no tiene cabida. El problema va más allá. Los titularísimos tampoco están al nivel que se les exige y que han expuesto en el Camo Nou durante años.
En defensa el equipo es un coladero, el centro del campo no retiene el balón y arriba están negados. Lo único que se aguanta es la portería, gracias a un Ter Stegen intratable, pero que también es humano. El argentino fue claro al terminar el encuentro frente a los vascos. "Somos frágiles en defensa que es lo primero". Un recadito directo a uno de sus amigos más íntimos en el vestuario: Gerard Piqué.
El central, el más señalado
Piqué es el foco de todas las críticas. Su rendimiento ha menguado ostensiblemente en este inicio de temporada. Gerard no está en forma y los rivales lo saben. Le superan fácilmente en velocidad y tampoco está concentrado. Mal posicionamiento en el terreno de juego y tiene demasiada libertad en ataque, una vocación que deja infinidad de espacios a su espalda. Frente al Girona y al Leganés regaló dos goles y este sábado habría sumado otro a su cuenta particular si no hubiera contado con la velocidad punta de Semedo que evitó el segundo de Wiliams. El lateral firmó su mejor partido como azulgrana en defensa.
El '3' azulgrana merodea por el terreno de juego. Salta al verde concentrado, pero según pasan los minutos desciende su nivel y el equipo lo nota. Es el líder de los zagueros y está de capa caída. No tiene mucho margen de mejora. El miércoles frente al Tottenham tiene que volver a estar al 100 %.
Ni rastro del centro del campo
El control y la posesión del centro del campo del Barça no es ni la sombra de lo que fue la temporada pasada. Ivan Rakitic fue el único titularísimo que mantuvo su candidatura frente a los vascos. No tuvo incisión en el juego y acusó la ausencia de Busquets. El croata tampoco es el mismo de la temporada pasada. Si le falta Busi no es el mismo y no puedo frenar solo las acometidas de los rivales. Este sábado contó con la ayuda de Arturo Vidal que firmó su mejor partido como azulgrana, pero no fue suficiente.
No estuvo fino en la creación, ni la recuperación y con el marcador en contra aumentaron las imprecisiones de todos los jugadores. Tampoco tuvo su día en el disparo a media distancia. Tuvo dos, uno a la grada y otro contra la defensa.
Los más íntimos, tampoco se escapan
Salió Leo y revolucionó el partido. Asistió a Munir en el gol de empate y el equipo tuvo otra mentalidad con su presencia en el verde. Ante su ausencia, Coutinho y Luis Suárez asumieron los galones del equipo, pero sin éxito. El brasileño se ofreció constantemente, pero le falta fuerza física. Sus destellos de calidad pueden dar mucha vida al Barça, pero sorprende que un jugador procedente de la Premier caiga y reclame falta en cada disputa. Debe aprender a utilizar el cuerpo o está condenado al banquillo. El físico tambiém es importante.
Una foto de Luis Suárez lamentando una ocasión/ EFE
Suárez también quiso su parte del pastel. Sin Messi en el campo, ejecutó la primera falta del partido que casi abre el marcador pese a la lejanía. Le puso garra y corazón y recordó al delantero de las mejores noches del Barça, pero estuvo desafortunado de cara a portería otra vez. Con esta entrega nadie puede reprocharle nada, pero debe entender su rol. Es un rematador, no un extremo ni un creador. Se ofreció para descargas balones, pero retrasó en exceso su posición. Las que tuvo las falló. Si sigue a este nivel arrancará, pero ya va tarde.
Dembelé, en su línea
Al Mosquito se le acaba la flor. Arrancó con las mismas dudas que la temporada pasada, pero sus goles maquillaron actuaciones dudosas. Su último gol fue frente al PSV, pero lleva tres partidos oficiales sin ver portería. Valverde no le exige gol, quiere que aporte al juego colectivo y tampoco se le da bien. Su velocidad puede dar vida al equipo, pero no desborda, ni desequilibria. El Txingurri volvió a apostar por Coutinho y el francés en el once. Cada vez está más claro que juntos no pueden jugar. Ambos perfiles son ofensivos y deberá apostar por uno de ellos para dar equilibrio en la medular.
Demasiadas puntos débiles en un equipo que solo juega bien si juega Messi.