Una foto de Ousmané Dembelé durante un entrenamiento del Barça / FCB

Una foto de Ousmané Dembelé durante un entrenamiento del Barça / FCB

Primer equipo

Dembelé, doblemente decisivo en la eliminación del Barça

El francés, ausente en el choque en Anfield, vivió desde fuera la eliminación pero no dejó de ser protagonista

8 mayo, 2019 17:22

Ousmané Dembelé ha sido una de las sensaciones de la temporada en Can Barça en todos los sentidos. Un jugador anárquico, dentro y fuera del terreno de juego, que ha pasado por diferentes facetas. De un inicio prometedor, a episodios extradeportivos sospechosos para volver a marcar diferencias y volver a su pasado más oscuro: las lesiones. 

Esta temporada tres, una de tobillo y dos roturas musculares --estas dos últimas casi consecutivas y en la misma zona--que privaron al jugador de estar disponible en la vuelta de semifinales y de ser una alternativa real y válida para Ernesto Valverde. Su velocidad y descaro se echaron de menos en Anfield. Un jugador de 21 años al que ni le imponen los silbidos de su grada, como para preocuparle la de la contraria. 

Hace y deshace a su antojo, y pese a que en algunas ocasiones no beneficia al equipo, visto lo visto frente al Liverpool todos se acordaron de él. 

El error que nadie olvida

La nostalgia de sus regates y su velocidad de vértigo hubiera puesto en jaque a la defensa del Liverpool, pero a nadie se le olvidó cuando el Liverpool se puso 3-0 y posteriormente 4-0 --remontando así la eliminatoria-- el fallo clamoroso de Dembelé en el añadido en la ida. 

Un gol cantado, que el regaló Messi, que el francés remató mordido a las manos de Alisson Becker. Un fallo estrepitoso de un jugador de su nivel que hubiera mantenido al Barça con vida. No fue su culpa. El equipo apenas respondió, pero los errores en Champions, sean de la índole que sean, se pagan caros. 

Una foto de Leo Messi y Ousmané Dembelé / FCB

Una foto de Leo Messi y Ousmané Dembelé / FCB

Una foto de Leo Messi y Ousmané Dembelé / FCB

Los azulgranas creyeron que sentenciaron en la ida, pero mal hicieron en confiarse. Ni Vidal, ni Suárez, ni el propio francés fueron capaces de transformar lo que fueron claras asistencias de gol de Messi. Su error se tomó a broma en la capital catalana con titulares como "¿Se acordará el Barça del error de Dembelé?". Pues vaya si nos acordamos. 

Su no gol y su ausencia marcaron a un equipo que necesitó de su velocidad para estirar al equipo y que pagó muy caro su error. Otro año más el Barça se queda sin Champions.