El Barça anula al Mallorca con lo justo: gol del de siempre
Los de Xavi se llevan los tres puntos gracias a un solitario gol de Robert Lewandowski
1 octubre, 2022 22:50Gran efectividad del Barça este sábado en el Visit Mallorca Estadi. Los culés confirmaron que, pese a la acumulación de lesiones tras el parón FIFA, están decididos a pelear hasta el final por el título de Liga esta temporada 2022-23. Los del Vasco Aguirre compitieron y, saliendo al contragolpe, pusieron las cosas difíciles al Barça en el primer tiempo. Tan sólo un gol de Robert Lewandowski a los veinte minutos desequilibró el electrónico, que no volvió a moverse hasta el pitido final. El FC Barcelona, con lo justo y sin disponer de una gran cantidad de ocasiones claras de gol, fue capaz de superar el trámite tras los partidos de selecciones y marcharse de Son Moix con tres puntos más en el saco, que le permitirán seguir poniendo al Real Madrid toda la presión del mundo. Los de Ancelotti recibirán este domingo en el Santiago Bernabéu a Osasuna.
Choque de estilos en Son Moix
Apenas hora y media antes del partido, saltaba la sorpresa. Movido por las bajas especialmente en defensa, Xavi Hernández devolvió la titularidad a dos vacas sagradas como Jordi Alba y Gerard Piqué, colocando a Christensen de inicio en la zaga y a Alejandro Balde cambiado de banda, en el lateral diestro. Con Busquets, Gavi y Kessié en la sala de máquinas, el de Terrassa decidió dar un merecido descanso a Pedri González, que acumula ya una buena cantidad de minutos pese a encontrarnos en el mes de octubre. Raphinha y Ferran Torres también se quedaron en el banco, dejando su puesto a Ousmane Dembelé --ya sin molestias--, Ansu Fati y al actual Pichichi de la Liga, Robert Lewandowski.
No tardó demasiados minutos el Barça en hacerse con el control del balón. Defensa del Mallorca en campo propio, esperando constantemente algún robo para iniciar el contragolpe y, como mínimo, intentar sacar alguna jugada peligrosa a balón parado. Los bermellones salieron al verde con su idea de juego muy clara, encerrándose atrás y cediendo el protagonismo al equipo visitante. Fue Kang-In Lee, sin embargo, el autor del primer disparo peligroso del partido. El Mallorca se volcó al ataque tras recuperar un esférico y, tras una buena combinación con Muriqi, el el coreano probó fortuna desde fuera del área. Un defensor tocó el balón, que se marchó a córner. Y a la salida del saque de esquina, los locales volvieron a crear peligro con una jugada ensayada.
Y Lewandowski sacó la escopeta
Al FC Barcelona se le vio algo falto de intensidad, ritmo y pillería durante el primer cuarto de hora. Algunos regates alocados de Dembelé en la banda derecha, un pase en profundidad de Kessié a Lewandowski que por muy poco acaba en mano a mano con el portero... Y poco más. Cuando llegó el minuto 20, sin embargo, Robert Lewandowski dijo basta. El delantero polaco recibió un pase profundo de Ansu Fati y, después, hizo las delicias del barcelonismo. Regateó para alejar ligeramente al defensor, se perfiló y, casi sin espacio en un mar de piernas, se sacó de la chistera un disparo potente, colocado y pegado a la base del palo izquierdo de la meta local. El killer del Barça volvió a demostrar que tiene siempre la portería en la cabeza, anotando uno de los goles de la jornada.
Apenas dos minutos después, recibió otro balón en el interior del área e intentó una vaselina por encima del arquero, pero esta vez no estuvo lo suficientemente preciso y el esférico apenas voló, siendo atrapado sin problemas por el cancerbero. Los de Xavi, en cualquier caso, habían logrado su objetivo: adelantarse en el marcador antes de la primera media hora de partido, decantando la balanza con la voluntad de anotar el segundo antes del descanso. Y es que, tras la diana inicial, la posesión de balón aumentó todavía más para un Barça que fue conectándose más y más con el paso de los minutos. Diez minutos después del primer tanto, de hecho, llegó un cabezazo de Christensen que por muy poco estuvo a punto de significar la segunda diana del encuentro. El remate rozó en un defensor y se marchó por la línea de fondo, cediendo así el saque de esquina.
Tangana en el Visit Mallorca Estadi
El Mallorca no se rindió, sin embargo, y los reflejos gatunos de Ter Stegen obraron el milagro. El guardameta alemán evitó una ocasión clarísima de los locales, deteniendo un remate de Jaume Costa a bocajarro tras un pase de la muerte del lateral contrario. La jugada acabó en decepción para la mayor parte del Visit Mallorca Estadi, y en suspiro de alivio para un Xavi que pidió más a los suyos, sobre todo en las atenciones defensivas. Sea como sea, la primera mitad acabó con ambiente caldeado, en el campo y en los banquillos. El colegiado Gil Manzano no señaló una clara falta sobre Gavi y, justo después, sí mostró la amarilla a Piqué por cortar un contragolpe claro. La acción encendió al segundo de Xavi, su hermano Óscar Hernández, que fue expulsado y no podrá estar presente ante el Celta. Al final, después de algún que otro empujón entre jugadores de ambos equipos, el conflicto no fue a más y se resolvió pacíficamente. El Barça se marchó a los vestuarios con una ligera ventaja, pero sin tener el partido ni mucho menos resuelto. Y para colmo, con Kessié, Christensen y Piqué amonestados.
Récord de imbatibilidad de Ter Stegen
El comienzo de la segunda mitad confirmó que el Mallorca no estaba muerto, ni por asomo. Por medio de Muriqi, de los balones colgados de Kang-in Lee y de las subidas de los laterales e interiores a los aledaños del área, Ter Stegen vivió con los cinco sentidos alerta durante los primeros minutos. El conjunto balear, por fortuna, no se mostró certero en el remate ni en el último pase, por lo que tampoco se fraguaron oportunidades claras. El guardameta alemán del Barça, por cierto, fue capaz de batir un récord de prestigio en Son Moix: más de 500 minutos consecutivos sin encajar gol en la Liga, que se cumplieron cuando se llegó prácticamente a la hora de partido. Independientemente del dato, el Barça dispuso del control de la posesión pero no fue capaz de encontrar profundidad en las bandas, al estilo balonmano y sin que los extremos, Dembelé y Ansu Fati, lograsen desbordar a la defensa bermellona.
En un contragolpe, no obstante, el Barça se disfrazó de Mallorca y Dembelé, tras recibir un balón al espacio, cedió el esférico a un Franck Kessié que llegaba desde la segunda línea. El marfileño probó el disparo, potente y esquinado, que se marchó fuera de la portería a pocos centímetros del palo derecho. El partido estaba bonito, con acercamientos por parte de ambos bandos y el resultado final en el limbo. El caso es que, transcurrida la hora de encuentro, Xavi decidió cambiar de banda a los laterales, dejando a Jordi Alba por la derecha y a Alejandro Balde por la izquierda. Todo ello, a la vez que dio entrada a Pedri González y Raphinha para refrescar al equipo de cara al último tercio del choque. Ansu Fati y Kessié salieron del campo para dejar sitio a sus compañeros, y Dembouz cambió a la banda izquierda para dejar al brasileño en su puesto natural, donde mejor rinde.
Sufrimiento innecesario al final
A la salida de un saque de esquina, en jugada ensayada, Jordi Alba probó suerte en el minuto 71 con un disparo lejano que se marchó desviado, por encima de la portería del Mallorca. El Barça intentaba sentenciar el encuentro, pero sin romper el equilibrio ni marcharse con todo el equipo hacia arriba. El objetivo era ampliar la ventaja, pero sin arriesgar el botín conseguido. Gerard Piqué dio el susto a falta de un cuarto de hora para el final, al efectuar un mal apoyo con el pie tras una disputa aérea de balón. Con el paso de los minutos, en cualquier caso, pareció recuperarse. Xavi vio que el segundo gol no llegaba, por lo que introdujo en el campo a Ferran Torres para refrescar la banda de Dembelé. También a Sergi Roberto, que relevó a Jordi Alba.
El FC Barcelona pudo sentenciar con una combinación perfecta entre Gavi y Pedri, aunque el canario --que estaba solo en el área-- dio un pase atrás de primeras, buscando a un Lewandowski con quien no pudo conectar. Si hubiese controlado el esférico, el de Tegueste podría haber definido él mismo ante la portería local. Ocasión desperdiciada, si bien es cierto que no fue necesaria para afianzar el triunfo. A Xavi seguro que no le gustó que, en los minutos finales, el Mallorca apretase y el Barça perdiese algunos balones comprometidos. Kang-in Lee y Muriqi, gracias a la potencia y la carrera de Pablo Maffeo, a punto estuvieron de empatar el duelo al filo del descuento. Ter Stegen tuvo que volver a intervenir para salvar los muebles, en unos pequeños sustos que no acabaron en nada. Los culés se llevaron de Mallorca una de esas victorias que valen Ligas. Deberán mejorar, eso sí, de cara al partido de Champions ante el Inter.