Publicada

El árbitro está para regular un partido, evitar acciones violentas, entradas que superen el límite permitido y el juego sucio. El Atlético de Madrid-Barça de semifinales de Copa del Rey estuvo dirigido por Munuera Montero, quien no fue capaz ni de reducir las pulsaciones del cuadro del Cholo Simeone y permitió una excesiva dureza colchonera.

Al Atleti ya no le queda ni un solo título. La Copa era la única esperanza de salvar la temporada, tras el empate (4-4) obtenido en la ida, en Montjuïc. Por eso, los jugadores rojiblancos salieron con el cuchillo entre los dientes y merecieron quedar con uno menos a los cinco minutos de partido.

Entrada de Azpilicueta sobre Raphinha en el Atlético-Barça REDES

Azpilicueta clava los tacos en el gemelo de Raphinha REDES

Pero Munuera Montero no se atrevió a expulsar a nadie. César Azpilicueta había clavado los tacos de su bota derecha en el gemelo izquierdo de Raphinha. La acción era de cartulina roja. En un principio, el colegiado andaluz había sacado amarilla.

El VAR llamó a Munuera para ver la acción. Fue lo que hizo, para luego mantener su decisión. Quizás por ser el minuto cinco de partido y no querer cargarse el partido de vuelta de las semifinales de la Copa, no echó a Azpilicueta. Pero eso dio alas a un Atlético que no paró de repartir estopa a los futbolistas del Barça.

Noticias relacionadas