El Barça de basket vive días convulsos. La gran crisis estalló el domingo, con la derrota en Girona, pero comenzó hace dos años y cinco meses, con los despidos de Sarunas Jasikevicius y Nikola Mirotic. Con Joan Laporta en la presidencia, el club ya ha vivido cuatro situaciones complicadas. Los problemas persisten y el máximo dirigente busca solucionar para calmar el malestar de la afición del Palau.
Laporta siempre ha sido muy futbolero. De pequeño iba ya al Camp Nou y nunca ha ocultado su devoción por Johan Cruyff, ya fuera como jugador o como entrenador. El baloncesto y las secciones no le atraían. Como presidente, siempre encontró el antídoto para frenar las crisis futbolísticas, con los fichajes de Pep Guardiola y Hansi Flick. Menos eficaz ha sido con los problemas del basket.
Las primeras crisis
Durante su primer mandato (2003-2010), Laporta vivió dos crisis importantes. Accedió a la presidencia poco después de que el Barça de Pesic, Bodigora, Navarro y Jasikevicius, entre otros, ganara por primera vez la Euroliga. Un año después, nombró a Valero Rivera, exentrenador de balonmano, como máximo responsable deportivo de las secciones. Pesic, un técnico con mucho carácter, estalló y su marcha del club tuvo un efecto devastador.
La plantilla del Barça celebra la Euroliga de 2003
A Laporta le recomendaron entonces que contratara a Zoran Savic y a Dusko Ivanovic para construir un equipo campeón. "Si no quieres más problemas en el Palau, fíchalos", le recomendó una persona de su total confianza. Hizo caso, pero el talante cartesiano del técnico nunca encajó en el Barça.
La segunda Euroliga
Savic e Ivanovic abandonaron el Palau. La segunda crisis preocupaba tanto o más a Laporta, que apostó por Xavi Pascual como técnico interino. Contra todo pronóstico, el técnico de Gavà construyó un equipo ganador, con Joan Creus como director deportivo. En 2010, poco antes de abandonar el cargo, el Barça ganó su segunda Euroliga.
Dusko Ivanovic
Xavi Pascual en su primera etapa como entrenador del Barça de basket
Once años después, Laporta regresó al Barça, en una situación crítica para el club. El fútbol, una vez más, era la gran obsesión del presidente. Heredó un equipo roto, una plantilla devaluada que todavía depreció más. El basket, en cambio, funcionaba perfectamente. En 2021, un año difícil, ganó la Liga. En 2023, repitió, con Jasikevicius de entrenador y Mirotic como gran estrella.
La crisis de 2023
Laporta se cargó un equipo campeón, por motivos económicos. En dos años ha recortado el presupuesto de la sección en 10 millones de euros, pero hay jugador con escaso rendimiento que cobran un pastizal. El caso más sangrante es el de Willy Hernangómez, que firmó un contrato por tres temporadas a cambio de 12,5 millones de euros.
El Barça de basket celebra la Liga Endesa de 2023
Juan Carlos Navarro, excapitán del Barça, es el actual director deportivo de la sección de baloncesto. Como jugador era espectacular; como ejecutivo, su gestión suscita muchas dudas. Laporta no confía en él y quiere reforzar la estructura, pero acaba de estallarle la cuarta crisis.
La gran revolución
Laporta mantiene una buena sintonía con Josep Cubells, el directivo responsable del basket, pero no encuentro un ejecutivo que le seduzca. Por eso, opta por rescatar a Xavi Pascual, con quien siempre tuvo una gran entente. El técnico de Gavà, curiosamente, apuesta por un baloncesto control, muy táctico, nada que ver con las recetas de Roger Grimau y Joan Peñarroya, dos técnicos de perfil bajo que han fracasado en el Palau.
Joan Peñarroya da la mano a Willy Hernangómez en el Barça de basket
Juan Carlos Navarro, director deportivo del Barça de Basket
El presidente del Barça asume que la actual temporada será complicada. Es poco probable que el equipo gane la Liga o la Euroliga, pero quiere que Pascual, o el nuevo entrenador, inicie la reconstrucción de una sección con muchas urgencias. En verano hará la gran revolución. Salvo sorpresa, Satoransky, Laprovittola, Willy y Vesely, con más de 30 años, no seguirán en el club. Entonces, el Barça deberá acertar con los recambios y de Laporta se espera que aporte más recursos. Es decir, más dinero.
