Laporta se pone serio con el Barça Femenino: apuesta desacomplejada por el método Flick con Pere Romeu

El Barça tiene una filosofía muy clara: confiar en la Masía. La cantera azulgrana es uno de los máximos pilares de la institución barcelonesa y lleva décadas nutriendo a todos los equipos profesionales de la entidad. Durante dicho lapso de tiempo han cambiado muchas cosas, pero la confianza en la 'pedrera' culé se ha mantenido intacta. Los entrenadores de los conjuntos absolutos de fútbol son un gran ejemplo de ello. Pere Romeu apuesta por el método de Hansi Flick en el Barça Femenino.

Desde que llegó a la Ciudad Condal, el técnico de Heidelberg ha sacado el máximo rédito de la Masía. Marc Bernal, Fermín López, Marc Casadó y Gerard Martín son vivos ejemplos de dicha afirmación y, ahora, Romeu quiere seguir la misma senda que tomó Flick.

Confianza en la Masía

La plantilla del Barça Femenino sufrió grandes bajas el pasado verano. Piezas como Fridolina Rolfö, Lucía Corrales e Ingrid Engen hicieron las maletas rumbo a otros clubes y una de las grandes razones de ello fue la estricta política salarial de Joan Laporta. Es por ello que Romeu tuvo que cambiar el foco de atención en dirección a la cantera culé y la apuesta parece haberle funcionado.

En lo que va de temporada, el técnico barcelonés le ha dado grandes oportunidades a numerosas adolescentes: Clara Serrajordi, Aïcha Cámara y Esmee Brugts. Las tres jugadoras han sido clave para el Barça Femenino en este curso 2025-26 y, ahora, otra jugadora más se suma a esta lista.

Debut a los 19 años

Se trata de Martine Fenger. La delantera de 19 años entró en la convocatoria del conjunto azulgrana para enfrentarse a la Real Sociedad. La máxima goleadora del Barça B aterrizó en San Sebastián como recurso de última hora para suplir las bajas de Salma Paralluelo, Ewa Pajor y Kika Nazareth. Su presencia en el campo no se esperaba, pero con un 1-0 en el marcador, Romeu apostó por ella.

De este modo, Fenger debutó con el primer equipo azulgrana en el minuto 85 con un objetivo claro: asediar lo máximo posible la portería rival. Aunque no pudo completar la remontada, la atacante noruega dejó buenas sensaciones. De hecho, en la última jugada del encuentro, peinó un centro que Irene Paredes remató y mandó a las redes. Desgraciadamente, el gol quedó anulado, pero su impacto fue inmediato.