Juan Carlos Navarro FCB
El escándalo que amenaza la escalada del Barça de basket: Laporta, contundente con Navarro
El presidente azulgrana prepara ya cambios drásticos en la sección tras un curso muy movido
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El Barça de basket parece haber encontrado la fórmula para sanar sus heridas. Algunas son solucionables. Otras, irreversibles. Joan Peñarroya ya sabe que no podrá contar con Laprovittola, Núñez ni Metu en un curso demasiado agitado. El técnico de Terrassa, sin embargo, celebra la transformación del equipo y sueña con cumplir su contrato, hasta junio de 2026.
Peñarroya ha estado sentenciado en el Barça. Solo la precaria economía del club evitó su destitución en plena crisis de resultados, tras el fiasco del equipo en la Copa del Rey. Ahora, en cambio, los jugadores creen en sus métodos.
La Final Four
El Barça no es favorito en la Liga ACB y mucho menos en la Euroliga. En Europa, se jugará el pase a la Final Four contra el Mónaco. En España, el equipo azulgrana es quinto, y podría medirse al Unicaja en cuartos de final. Y, tal vez, al Real Madrid en las semifinales, siempre con el factor pista en contra.
Joan Peñarroya, sin explicaciones en el Palau Blaugrana EFE
Juan Carlos Navarro, manager general del Barça de basket, también estuvo contra las cuerdas. Su momento más delicado fue tras el fichaje frustrado de Heurtel. El presidente, Joan Laporta, desautorizó su contratación, avalada por la Bomba y Peñarroya. Decepcionante también fue el fichaje de Raúl Neto, el sustituto de Laprovittola.
La cantera
Neto solo jugó dos partidos con el Barça y en ambos se lesionó. Apenas estuvo siete minutos en pista. Laporta, indignado, dio la orden de que ya no se fichaba a nadie más y pidió a Navarro y Peñarroya que confiaran en la cantera.
Butajevas FCB
Peñarroya dio carrete a Dame Sarr, pero el escolta italiano se la jugó al técnico y al club al trasladarse sin permiso a Estados Unidos. El club rescindió su contrato y ahora apuesta por Raúl Villar, Arturas Butajevas y compañía.
El despido
El Barça se estabiliza, pero hay cosas que no funcionan. Ni mejoran. Por ejemplo, el encaje de Willy Hernangómez. Hace dos años, el club fichó al pívot madrileño tras ofrecer 12,5 millones de euros por tres años de contrato. Su rendimiento, sin embargo, es decepcionante y Laporta rescindirá su contrato a final de temporada.
Willy Hernangómez entra a canasta en el Andorra-Barça de basket EFE
El despido de Willy no será tranquilo. Tampoco lo fue, hace dos años, el de Mirotic. El pívot internacional es un jugador indolente, poco intenso en defensa. En el Palau todos saben que tiene los días contados y su salida rompe la felicidad barcelonista.
