Peñarroya, en la cuerda floja: Laporta ya le ha puesto fecha límite en el Barça de basket
El técnico de Terrassa será despedido si el equipo azulgrana no logra el primer objetivo de mínimos de la temporada
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El Barça de basket es una ruina. Un equipo en crisis. Sin juego ni identidad. Con muchas estrellas, pero sin alma. Las estadísticas son especialmente crueles para Joan Peñarroya. El Barça suma 17 vitorias y 18 derrotas desde que comenzó el curso, un registro lamentable para un club con una historia muy exitosa.
Laporta, una vez más, tiene a la afición del Palau Blaugrana en pie de guerra. La sección de baloncesto vive tiempos convulsos. Frustrantes. Sin el ruido de las derrotas del fútbol, el equipo ha entrado en una dinámica negativa muy peligrosa. No depende de sí mismo para clasificarse para la fase final de la Copa del Rey. Su última derrota, en Girona contra el colista, fue, sencillamente, bochornosa.
Las cifras
El Barça ha ganado siete partidos y ha perdido ocho en la Liga ACB. El equipo es décimo, con una victoria menos que Manresa y Zaragoza. En la Euroliga también es décimo, con 10 triunfos y nueve derrotas. El otro fiasco fue en la Supercopa de España.
Hace un año, el Barça de Roger Grimau también estaba bajo sospecha, pero jugaba mejor y ganba muchos más partidos. Con Peñarroya, un técnico de perfil medio, el equipo va de mal en peor. En ataque no es fiable. En defensa, simplemente, es blando. Demasiado frágil.
Peñarroya se la juega
Juan Carlos Navarro, el manager general, tiene cada día más detractores en el Palau por los fichajes de los últimos meses. También el directivo Josep Cubells está en el punto de mira. Pero la primera decisión drástica podría ser el despido de Peñarroya si el equipo no se clasifica para la Copa del Rey.
Peñarroya solo ha dirigido a un gran equipo, el Baskonia, del que fue despedido. Sus mejores logros llegaron con el Burgos, un club de perfil bajo. En el Barça, en cambio, no ha sabido dar con la tecla para activar una máquina que cuenta con jugadores con mucho talento. Él podría ser el primer despedido en una sección debilitada desde que Laporta se cargó de un plumazo a Jasikevicius, Higgins y Mirotic.