Joan Laporta es un presidente muy futbolero. Las secciones le preocupan mucho menos. En muchos casos, son un problema incómodo para él. Hace un año, el Barça fue campeón de la Liga ACB tras arrollar al Real Madrid, pero el máximo dirigente prescindió de Sarunas Jasikevicius y del mejor jugador de Europa: Nikola Mirotic. Ahora, el equipo llora por una temporada nefasta.
Josep Cubells, directivo responsable del basket, validó la fallida renovación de Laporta y Juan Carlos Navarro, un ejecutivo con poca experiencia y menos luces. El problema es que un año después, se repiten los mismos errores. Sentenciado Roger Grimau, el técnico Low-cost para relevar a Jasikevicius, el Barça fichará ahora a Joan Peñarroya.
La petición de Cubells
En un escenario como el actual, el Barça necesita un técnico de primer nivel. Con mucho mando. No un entrenador de medio pelo. Peñarroya fue despedido esta temporada del Baslkonia y sus grandes éxitos los consiguió con el Burgos. El Barça es otra historia y bien haria Cubells en dar buenos consejos a Laporta en lugar de sonreirle las gracias.
Cubells, por cierto, proclamó que los directivos del Barça dedicaban mucho tiempo al club y pidió que fueron rumenerados por su trabajo. Su proclama choca con los estatutos del club, pero tal vez el Barça necesita mejores gestores y su idea no sea tan descabellada. Otra cosa es los errores cometidos en la sección de basket, en otros tiempos muy exitosa.