Tomas Satoransky fue un fichaje muy sonado del Barça en verano de 2022. Fue el encargado de relevar a Nick Calathes y dirigir a un equipo que aspiraba a todo. En España y Europa. Su rendimiento, sin embargo, no ha sido el esperado. No ha sido el líder que necesita el Barça. Y mucho menos en los cuartos de final de la Euroliga ante Olympiacos.
El base checo, de 32 años, no anotó un solo punto en el quinto y último partido contra Olympiacos. Ni tan siquiera tiró a canasta en todo el encuentro, cuando debería asumir galones. Además, algunos espectadores del Palau Blaugrana vieron al jugador checo encarándose con la grada, tras patear la valla publicitaria. Tampoco estuvo muy inspirado contra Unicaja, otro duelo que también perdió el equipo de Roger Grimau (91-92) en el Palau Blaugrana.
Preocupación de Navarro
El Barça fichó a Satoransky hasta el 30 de junio de 2026. Juan Carlos Navarro, manager de la sección, está preocupado con su rendimiento. También Grimau. La contratación de Ricky Rubio debería ser el mejor estímulo para el base checo, que sigue muy apagado.
Satoransky está lejos de su mejor nivel. Discreto en la dirección, aporta pocos puntos y es blando en defensa. El Barça necesita mucho más de él.