La selección española ya conoce a su rival en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. No será una de las anfitrionas, puesto que las oceánicas no han sido capaces de sobrevivir ante una Inglaterra superior durante los noventa minutos. Los goles de Ella Toone, Lauren Hemp y Alessia Russo han contrarrestado el de Sam Kerr, mandando a las británicas a una final donde se verán las caras con España.
Duro rival para la selección española
Hueso duro de roer para la selección de Jorge Vilda, que ya cayó eliminada el pasado verano en la Eurocopa contra Inglaterra (2-1). Y que ahora, en la cita más importante de todas, tendrá la oportunidad de reivindicarse.
A base de oficio, control y experiencia, las leonas se impusieron a las matildas a pesar del golazo de Sam Kerr, que no fue suficiente para cumplir el sueño de las locales. Australia había llegado a la ronda de semifinales después de ganar en cuartos a Francia (penaltis), e Inglaterra venía de hacerlo a Colombia (2-1).
Sobre el papel, las inglesas partían como favoritas por palmarés y calidad, tanto individual como colectiva. Finalmente los pronósticos se han cumplido, y la selección entrenada por Sarina Wiegman se plantará en el partido decisivo haciendo honor a su condición de favorita.
Inglaterra se sobrepuso a la presión
Si bien es cierto que el gol del empate de Australia puso patas arriba el estadio en el minuto 64, con más de 75.000 almas jaleando a las locales, apenas unos minutos después llegó la reacción de Inglaterra. La azulgrana Lucy Bronze (69') y Russo (70') avisaron, pero fue Hemp la que se llevó el gato al agua (71').
Un error defensivo de Carpenter lo aprovechó la delantera inglesa, muy atenta, para poner de nuevo en ventaja a las leonas (1-2). Duro golpe para Australia a 20 minutos del final, un jarro de agua fría del que no logró recuperarse. A pocos minutos del final llegó el tercero de Inglaterra, dando así la puntilla definitiva a la segunda semifinal del Mundial. Y dejando, de cara al domingo, una final de ensueño ante España.