Las futbolistas del Barça femenino han dado la cara en zona mixta tras vencer al Alhama El Pozo (4-0). El equipo azulgrana se ha resarcido de la dura derrota en Múnich contra el Bayern (3-1) en la Champions League con un convincente triunfo ante el colista de la liga. Las jugadoras Claudia Pina y Bruna Vilamala han quitado hierro al que fue el primer tropiezo de la temporada tras 14 victorias consecutivas.
Lo último que necesitaban las jugadoras era adentrarse en una mala dinámica de derrotas y tropiezos. Después de hincar la rodilla por primera vez este curso, cabía esperar a ver cómo el cuadro catalán encajaba la derrota. Con rotaciones respecto a las once jugadoras que salieron de inicio en el Allianz Arena, Pina sabía de la necesidad de resarcirse con un triunfo ante el Alhama murciano: "Hoy ha sido un día en el que el equipo tenía que salir a ganar, a darle la vuelta a la sensación que tuvimos el otro día".
"No somos máquinas"
Como ya hicieran anteriormente otras compañeras, la centrocampista de Montcada i Reixac ha recordado que no son robots que vencen a cualquier equipo que se crucen: "Al final pensamos que es fútbol, no somos máquinas, se puede perder".
En una línea similar, Bruna Vilamala ha normalizado el hecho de perder un encuentro contra un rival también aspirante a la Champions como el Bayern: "El otro día perdimos, no se hizo un buen partido, pero son cosas que pueden pasar". La joven promesa azulgrana está de enhorabuena, pues ha anotado su primer gol tras permanecer un año en el dique seco por una rotura del ligamento cruzado anterior.
Confianza intacta
La calidad del bloque entrenado por Jonatan Giráldez tranquiliza a una afición que confía en repetir otra temporada de grandes éxitos. En la liga, el Barça ha apeado ya de la pelea a Real Madrid, Real Sociedad y Atlético de Madrid, los grandes aspirantes a disputarle el trono nacional al conjunto azulgrana. La respuesta al duro correctivo en Alemania no ha podido ser más contundente, en una goleada en la que han participado la propia Pina, Salma Paralluelo, Bruna Vilamala y Asisat Oshoala. Así pues, la confianza se mantiene intacta.
"Seguimos dependiendo de nosotras mismas, que es lo más importante. Hicimos un mal partido, lo sabemos, así que lo corregiremos y seguiremos trabajando para poder ganar el siguiente", ha dicho Pina a los medios una vez consumada la decimosegunda victoria liguera. Las matemáticas no mienten, y si el Barça cumple los pronósticos con dos triunfos más ante Benfica y Rosengard, terminará primero de grupo.
Prueba de la comunión en el vestuario, "casualmente", Bruna ha pronunciado un discurso muy similar al de la otra integrante en el tridente del mediocampo contra el Alhama: "El equipo sigue confiando en él mismo porque no tenemos que dudar de él. Seguimos dependiendo de nosotras mismas para pasar de primeras de grupo, que es el objetivo que tenemos a corto plazo".
Quitarse la 'espina'
El Barça ha puesto el broche de oro a un 2022 invictas en el estadio Johan Cruyff. Pero el conjunto de Jonatan Giráldez todavía debe rematar la faena y quitarse la espina de la Champions. El próximo jueves 15 de diciembre las azulgranas visitarán al Benfica, y cerrarán la fase de grupos europea el miércoles 21 en el Camp Nou contra el Rosengard.
"La vuelta no era el mejor día de las jugadoras, ni del staff. Cuando tienes un nuevo objetivo que es competir un partido de liga lo que tienes que hacer es analizar las cosas que no hiciste bien. Lo que depende de nosotras a nivel de motivación ha sido muy favorable. Teniendo en cuenta que tenemos dos partidos mas de Champions es una buena oportunidad para acabar el año de la mejor manera posible, primeras de grupo", ha reflexionado Jonatan Giráldez sobre la resiliencia del equipo.
Ciertamente, la reacción del Barça ha cristalizado frente al Alhama, el colista de la liga. No obstante, no quita importancia al hecho de haberse repuesto de algo inusual en el equipo femenino: la derrota.