Hace poco más de una semana, saltaba la bomba. 15 jugadoras de la selección española de fútbol femenino mandaron un correo electrónico a los altos estamentos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), anunciando que renunciaban temporalmente a seguir vistiendo la camiseta nacional siempre y cuando no se cambiasen una serie de metodologías y prácticas por parte del cuerpo técnico de Jorge Vilda.
Cierto es que en ningún momento del comunicado se pedía expresamente la destitución del entrenador, aunque sí se dejaba entrever. Igualmente cierto es, por contra, que las jugadoras implicadas no tenían intención de que su mensaje se hiciese público. El caso es que la Federación aireó un comunicado exigiendo a dichas futbolistas asumieran "su error" y pidieran "disculpas" para volver algún día a la selección. Y la ruptura entre ambas partes quedó patente.
Una herida que todavía no ha sanado
Varios días después, la herida abierta ha dejado una serie de consecuencias que, indirectamente, han salpicado a terceros. Uno de ellos es el FC Barcelona, partiendo de la base de que seis de las jugadoras en rebeldía --por llamarlo de alguna forma-- visten la elástica azulgrana. Del resto, algunas son exjugadoras culés o se han formado en las categorías inferiores del club. Tampoco aparecen en el comunicado nombres como Alexia Putellas o Jennifer Hermoso, estrechamente relacionadas con el Barça y que también mostraron, más tarde, su apoyo incondicional hacia la postura de sus compañeras.
Lo que no se ha detallado en ningún momento, sin embargo, son los porqués de la mala gestión interna de Jorge Vilda, así como de una metodología que las futbolistas consideran poco profesional. A excepción de alguna comunicación aislada --como la nota que escribió Jenni Hermoso en Twitter--, las jugadoras no quieren hablar públicamente de ello. Y la RFEF y Vilda, por su parte, echan balones fuera recordando que tienen la puerta abierta al diálogo. Pero sin explicar, tampoco, qué creen que deben cambiar ni cómo pretenden resolver el embrollo.
Reina el hermetismo en ambas partes
A lo largo de los últimos días, Culemanía se ha puesto en contacto con fuentes internas de la Selección, tanto del cuerpo técnico de Jorge Vilda como de las protagonistas del famoso email. La respuesta siempre es el silencio; reina el hermetismo. Queda claro que ha habido un cisma importante, pero al mismo tiempo todos callan a la hora de exponer las razones concretas que han llevado a dicha situación.
“Tengo una conversación pendiente con alguna de ellas para conocer a fondo qué ha pasado. Desde la Federación está todo súper capado, no quieren que se dé más información al respecto”, confiesa a Culemanía la exinternacional y antigua jugadora del Barça, Olga García, ahora en las filas del DUX Logroño.
Otra ex de la Selección y recién retirada del mundo del fútbol, Paula Nicart, tiene la certeza de que las jugadoras del Barça fueron las que decidieron dar un paso al frente, sobre todo a raíz de la eliminación contra Inglaterra (2-1) en la Eurocopa de este verano. “Desde que me retiré, me he mantenido al margen... Pero son más las chicas del Barça. No tengo contacto con ellas”.
Seis azulgranas están en el punto de mira
Las seis jugadores del Barça que aparecen en el comunicado son Patri Guijarro (49 internacionalidades), Aitana Bonmatí (45), Mapi León (53), Mariona Caldentey (52), Sandra Paños (54) y Claudia Pina (6). Sin contar, como se ha mencionado antes, el resto de futbolistas que apoyan la causa y que, de alguna forma u otra, han estado vinculadas a la entidad culé. El ambiente caldeado y el hecho de que sus nombres aparezcan en el foco, ha provocado que reciban ataques y críticas constantes en las redes sociales. La mayoría, de parte de madridistas o antibarcelonistas que aprovechan la ocasión para meter baza.
"No es la primera vez que en el deporte profesional femenino pasa esto. De hecho, las jugadoras del Barça ya se han cargado así a dos entrenadores... Es lo que tiene ir de empoderadas por la vida", se atreve a escribir un usuario de Twitter. Otro, en la misma línea, acusa a las culés de estar a punto de dinamitar el fútbol femenino en España: "El núcleo duro del Barça está formado por jugadoras endiosadas y tóxicas, que han liquidado ya a dos entrenadores y se van a cargar el fútbol femenino español", ataca.
El Barça de Giráldez, beneficiado de rebote
Cada acción tiene una reacción, y no es de extrañar que hayan aparecido otros aficionados para defender la postura de las barcelonistas. "Hay gente que no ha visto fútbol femenino en su vida y está opinando sobre el tema de la Selección. Siempre poniendo a las jugadoras del Barça para lo malo...", defiende otro tuitero. Sea como sea, la realidad es que el status quo actual no beneficia a nadie.
Ni al combinado nacional, que pierde a sus mejores jugadoras, ni a las propias futbolistas, que siguen en el ojo del huracán. El único que ha salido ganando, al menos por ahora, es curiosamente el entrenador del Barça femenino, Jonatan Giráldez, que puede contar con todas sus internacionales españolas durante el parón FIFA. El 7-0 cosechado ante el Madrid CFF lo dejó claro este fin de semana. Porque, cuando el balón echa a rodar, el ruido externo desaparece.